![]()
Element4l
I-lllusion
PC
Es curioso cómo funcionan los mecanismos de imitación dentro de los procesos de aprendizaje, y no es menos curioso cómo este proceso, lejos de ser único y exclusivo del individuo, se puede extrapolar fácilmente a los aprendizajes globales, aquellos que determinan la evolución de un grupo cultural y de todas las maquinarias, mercantiles, sociales y culturales, que lo caracterizan y retroalimentan. No es tampoco diferente en el caso concreto de los videojuegos, encarnadas esas tendencias, esos patrones de comportamiento que son el modelo a imitar y reproducir, en lo que conocemos como géneros.
El llamamiento a la prudencia que perfilaba Manu Gabaldón el otro día tiene bastante que ver con esto, con esa repetición de patrones muy bien maquillados y promocionados como la revolución jugable definitiva que salvará nuestras tristes vidas del tedio y nos hará madurar como jugadores, a ese más de lo mismo pero más bonito, y, no lo dudo, más inmersivo y compacto. Pero los verdaderos saltos evolutivos no radican ahí, me temo, sino en aquellos tiros de piedra que intentan desviar su trayectoria hacia un nuevo territorio no explorado.