Esa crítica de Project Zero II que ven a mi derecha y la que van a ver mañana a mi izquierda, son acerca de juegos en los que los fantasmas tienen un importante papel. Decidimos en uno de los habituales y envidiados brainstormings mondopixeleros que dedicaríamos la semana a fantasmas de toda clase y condición. Pero pronto empezamos a derivar hacia la aventura espiritista default y hacia la enésima reivindicación metafísica de Pac-Man, así que hemos decidido coger el toro pixelado por los cuernos y hablar un rato de ese fantasma al que nunca nadie hace caso, quizás por familiar y habitual. El fantasma de uno mismo. Los rivales fantasma en los juegos de carreras.