No es una comedia romántica, no. When Gordon Met Chell es un pequeño fanfiction / exhibición de efectos especiales / nos da igual porque lo peta de Michael Shenks, que ya sorprendió lo suyo con un vídeo de Max Payne y, más recientemente, una parodia de Hitman. Pero este (que ya tiene unos mesecitos) nos gusta más. Porque es Valve. Porque entrecruza universos que quién sabe si están llamados al fornicio futuro, porque nos encanta el traje de Gordon y porque le han pillado el punto de héroe pajero al hacer que se ajuste las gafas con la esquina de la palanca. Disfrutad de la minipelícula y soñad, porque si no es por los fans, nos da que…
Autor: John Tones
¡Tenemos ganadores del concurso de «Family Guy: Back to the Multiverse»!
No os pedíamos que os creciera un segundo testículo en la barbilla (porque uno ya lo tenemos todos, ¿no?). Solo queríamos que nos dijerais cuál era vuestro personaje de Padre de Familia favorito. Y ya tenemos ganadores: son los más ingeniosos, los más salaos, los que nos han dejado con ganas de más (pero sin confianzas excesivas). Enhorabuena a los premiados, y el resto, eh, habrá más concursos. Habrá más posibilidades de atizarle fuerte a ese pollo gigante que es LA VIDA.
Allá van los genios (escribidnos a johntones en gmail con vuestra dirección postal y qué versión os podemos mandar; especificad también si tenéis ambos sistemas y os da igual).
Dasoman
Napoleón Galván
Casidios
Narbíz (vía Twitter)
Lo mejor y lo peor de 2012: las polémicas.
![]()
Menudo añito de polémicas infaustas y que no han llegado a ninguna parte. Sin embargo nosotros, fieles a nuestra tesis del «todo mal, y si puede ser, a peor», creemos que la situación ha sido, si cabe, más ridícula que el año pasado. Queremos decir: las polémicas son el termómetro de la porquería que tiene en la cabeza la gente, de cómo se le da importancia a cuestiones que no la tienen. Digamos: la conclusión de un juego, o la superficie políticamente correcta de una campaña publicitaria teledirigida, precisamente, para tocar las narices a la gente que cree en esa corrección política. Y si el año pasado hubo discusiones más o menos justificadas por culpa de los métodos maquiavélicos que las compañías usan para sajar el bolsillo del jugador (si, Diablo III, sí), o de la explotación que sufren algunos empleados del sector (como pasó cuando salieron a la luz las prácticas laborales del Team Bondhi), o de la escalofriante certeza de que nuestros datos están en manos de un puñado de inútiles (como sucedió por culpa del espectacular hackeo de PSN y la puesta en solfa de millones de tarjetas de crédito), este año hemos tenido a defensores del Bien desde el sillón de casa y mundos de fantasía vilmente traicionados. O sea, que vamos siempre a peor, a preocuparse de lo anecdótico, a polemizar con el chichinabismo. Veamos alguna de esas polémicas.
Continuar leyendo «Lo mejor y lo peor de 2012: las polémicas.»
Un poco de porno pixelado para todos los públicos a cuenta de una buena sartenada de samples de hip-hop retro
Vaya currazo se ha metido la buena gente de Spin para recopilar esta profusa lista de gente del hip-hop que ha sampleado en algún momento a clásicos (y no tan clásicos) del videojuego. Por supuesto, lo pixelado y lo chiptunero se lleva la palma, aunque sorprende encontrar a gente que lo ha petado con samples de bandas sonoras orquestales de rolazos poligonales de mucho sentir.
«¡Rompe Ralph!» – Crítica
![]()
Wreck-it Ralph!
Rich Moore
2012
Recomiendo a los amantes de los videojuegos clásicos que contengan su emoción con la avalancha de guiños al medio que lleva a cuestas ¡Rompe Ralph!, un auténtico festival de amor por los juegos retro y la cultura del arcade. Lo recomiendo porque, como si de unos cantos de sirena se tratase, es sencillo perderse en el laberíntico y gozoso catálogo de guiños a héroes y antihéroes del mondo píxel que habitan en cada rincón de la película. Desde las más obvias apariciones de un Kano, un fantasma de Pac-Man o un Bowser a los algo más intrincados papeles de Paperboy, Aerith, la línea del Qix o la casita de Q-Bert, ¡Rompe Ralph! es un festival de homenajes al usuario talludito, que disfrutará como un bebé cuando identifique el Konami Code o sepa qué le pasa a la pantalla del cine después de los créditos finales. Lo digo como absoluto devoto de la estética cuadriculada, artificiosa y brillante del píxel: ¡Rompe Ralph! es casi porno videolúdico para treintañeros.
¡¡«Lollipop Chainsaw» versión porno!!
Bueno, no exactamente porno. Pero ya saben como somos aquí: todo por el SEO, todo por el posicionamiento, todo por rascar unas visitillas. El caso es que Lollipop Chainsaw, el soberbio juego de acción minifaldista de Goichi Suda y James Gunn ha servido de inspiración para unas cuantas secuencias de una peli porno japonesa, Tia’s Wotakosu Fuck! que se traduce como Tai’s Otaku Cosplay Fuck!, que ya lleva el comentario de texto, el posmodernismo y la ironía incorporados. Para que no nos pasemos de listos los bloggers. Y porque la actriz protagonista se llama Tia. La tía se llama Tia.
El terror de los videojuegos
Sigo con cierta tristeza, cierta inquietud, cierto yo qué sé, las persistentes noticias que nos van llegando de un par de los juegos de temática horrorífica del año que viene, y que parecen dar por más o menos seguro que perderán cierto componente inquietante para abrazar la acción (más o menos grotesca, más o menos monstruosa, pero acción al fin y al cabo). Se trata del tercer Dead Space y del sexto Resident Evil, donde habrá monstruos, habrá sustos, habrá penumbra y habrá tenebre, pero sobre todo habrá tiros, persecuciones, adrenalina y griterío provocado, más que por la tensión, por la emoción.
Homenaje al corredor fantasma
Esa crítica de Project Zero II que ven a mi derecha y la que van a ver mañana a mi izquierda, son acerca de juegos en los que los fantasmas tienen un importante papel. Decidimos en uno de los habituales y envidiados brainstormings mondopixeleros que dedicaríamos la semana a fantasmas de toda clase y condición. Pero pronto empezamos a derivar hacia la aventura espiritista default y hacia la enésima reivindicación metafísica de Pac-Man, así que hemos decidido coger el toro pixelado por los cuernos y hablar un rato de ese fantasma al que nunca nadie hace caso, quizás por familiar y habitual. El fantasma de uno mismo. Los rivales fantasma en los juegos de carreras.
«Viernes, 13»: por qué importa
Mientras la gente hace especiales muy lustrosos (y que dan un poco de vergüencita) sobre comic y videojuegos aprovechando la Comic-Con, nosotros aprovechamos algo completamente fortuíto, como es que hoy es viernes y 13 para dar un repaso a los juegos que de un modo u otro han sido bañados por el espíritu de la inmortal franquicia de películas. El resultado no han sido siempre juegos de buena calidad, al menos no lo que convencionalmente entendemos como «juegos de buena calidad» (también es verdad, ya que nos ponemos a entrecomillar, que «convencionalmente» buena calidad es lo que entienden por ella buena parte de los colaboradores de HardGame2, así que el tema no debería preocuparnos demasiado), pero sí que hay detalles interesantes. Cuestiones que destacar. En nuestra línea verborreica, derivativa y con muchos paréntesis habitual. Acompáñennos, tenemos unas cuantas historias de máscaras que contar.
«Spec Ops: The Line» – Crítica
Spec Ops: The Line
Yager Development
PC, PS3, Xbox 360 (versión comentada)
Van ustedes a leer en las próximas semanas, independientemente de otras consideraciones acerca de Spec Ops: The Line, que este shooter bélico con coberturas, levísimos componentes tácticos, desarrollo lineal y ambientación en un Dubái casi post-apocalíptico, tiene un fuerte componente emocional, moral y casi político. Es cierto que es un juego prácticamente conducido por su argumento, y que este presenta un guion clavado en su esencia (hasta un punto a veces un poco ruborizante, por lo desvergonzado y lo apócrifo, aunque a estas alturas no nos vamos a poner pejigueros con lo de que si no sé qué videojuego copia no sé qué forma expresiva supuestamente más digna, ¿verdad?) a la de El Corazón de las Tinieblas de Joseph Conrad y su adaptación más popular, Apocalypse Now, con abundante picoteo en películas que hablan de los horrores de la guerra, nada fortuitamente basadas en el conflicto de Vietnam, como Platoon, La Chaqueta Metálica o Corazones de Hierro. Las intenciones superficiales del juego son muy obvias, porque son muy planas: el jugador participa en una guerra, y en esa guerra, como en todas, suceden cosas horribles, muchas de ellas profundamente inmorales. El jugador es obligado a contemplar lo que ha hecho y a replantearse el auténtico sentido del deber, el patriotismo, la gloria, el bien, el mal, pin pan pún. En ese sentido, el juego es tan simple y tiene tan pocos dobleces como un episodio de Autopista Hacia el Cielo: el jugador llega a la guerra convertido en un soldadito valiente y hace y ve una serie de cosas que lo destruyen por dentro y por fuera. La caída en los abismos, el paseo por el infierno, la desestructuración del yo, en Texas solo hay vacas y maricones, todo eso.