Atic Atac
Zx Spectrum (versión comentada), BBC Micro
Ultimate
1983
Ultimate no sólo es una compañía mítica por la calidad intrínseca de sus productos sino porque aunó de manera ejemplar la técnica, la ambientación y la innovación. Si hasta 1983 sus programas abundaban en las bases clásicas del arcade y heredaban la experiencia de los Stamper con compañías como Jaleco o Bally/Midway, de pronto se liaron la manta a la cabeza y decidieron crear algo totalmente distinto para el Spectrum 48K. Si Knight Lore es el mito, Atic Atac es el verdadero (y un tanto olvidado, injustamente) punto de inflexión de la compañía. Es el cambio de mentalidad, la expansión de las posibilidades hasta abarcar el concepto de aventura. De videoaventura más bien, con laberintos, estancias, objetos y una situación contextual que integra todos los aspectos del juego.
Atic Atac es un juego de vista cenital, con un curioso parecido a una mazmorra de Zelda años antes de que fuese lanzado (Stampers, malditos visionarios), en el cual debemos encontrar en un inmenso castillo embrujado las tres partes de una llave que, una vez recolectadas, nos permitirán abrir la gigantesca puerta violeta de la primera pantalla y escapar de un fatal destino. La acción transcurre frenéticamente en localizaciones de brillante colorido, con multitud de objetos con los que ensayar a lo largo del mapeado. La clave genial para acceder a cada estancia consiste en el uso de cuatro llaves de colores que nos dan acceso a sus respectivas puertas, pero sólo podremos llevar simultáneamente tres (o menos si la gestión del inventario hace que tengamos nuestros tres casilleros completos). Existe por tanto un recorrido virtual, un trazado oculto y superpuesto a la estructura laberíntica principal, y es un trazado plagado de recovecos, obstáculos y callejones sin salida que nos harán replantear la estrategia a seguir. Por supuesto todo se adereza con armas con las que derrotar personajes singulares (y distintos de los más volátiles y comunes que hay en cada estancia) tales como Frankenstein o el conde Drácula, y generosas raciones de comida con la que recuperar energía. Otras sutilezas del juego: la posibilidad de elegir a tres personajes con peculiaridades en el control y que además tienen la habilidad de poder atravesar según qué objetos para teleportarse a distintas partes del castillo, en todo un alarde de poderes fantasmales. Y no lo dudéis: te das cuenta de que es una nueva genialidad en cuanto atraviesas un barril de whisky para aparecer en el otro extremo del mapeado.
Atic Atac no fue sin embargo el primer juego de Ultimate que estandarizó las fastuosas cajas de cartón y las presentaciones míticas de la casa: ese honor corresponde a Sabre Wulf (aunque el propio Atic Atac sí que adoptó este formato en la posterior versión de BBC Micro). Pero sin duda la espita de la magia la abrió este juego, sin el cual no se entiende todo lo que vino después.