«The unknown Xbox: How Microsoft´s game console fell against the rising sun» – Mi primer fracaso chispas

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The unknown Xbox: How Microsoft´s game console fell against the rising sun
2012
Ray Barnholt
Puedes comprarlo aquí

A pesar de que puede colgarse medallas tales como haber impuesto el estándar consolero de los pegatiros actuales y del juego online (dos de las tres patas de banco del negocio del videojuego moderno), de su catálogo exclusivo breve pero contundente y de una ventas globales en absoluto desdeñables, la Xbox original sigue viéndose entre aficionados y posiblemente la propia Microsoft como un fracaso a medias quizás porque no consiguió situar a su compañía donde la PlayStation original había colocado a Sony pocos años antes. Y aunque esto pasó en prácticamente todos los países donde se puso a la venta, Ray Barnholt cree que ninguno de esos reveses dolió tanto como el que sufrió en el mercado japonés.

Aunque, la verdad, tampoco llega a explicar bien por qué.

En The unknown Xbox Barnholt repasa la trayectoria del sistema desde la presentación hasta su reemplazo por 360, pasando revista a los sospechosos habituales del naufragio (catálogo raquítico, chovinismo oriental, inexperiencia, fealdad extrema de la máquina) sin acabar de decidirse por un culpable concreto ni señalar a las claras en alguna dirección inesperada. Para titularse “La Xbox desconocida” todos los argumentos suenan a muy vistos, pero Barnholt cuenta al menos con dos bazas a su favor: por un lado un mínimo de mesura que le permite hablar del descalabro relativo de un sistema que le gusta sin llorarlo como una viuda de guerra, y por otro la consciencia de que no tiene ni idea de qué es lo que pudo haber fallado. Se echan de menos entrevistas, datos de venta y en general la clase de información que no se consigue con un par de búsquedas rápidas en Google, pero analizando las decisiones a la desesperada de Microsoft (algunas tan desquiciadas como hinchar de un día para otro el catálogo publicando avalanchas de juegos occidentales sin localizar, aunque esta por algún motivo no llega a mencionarse en el libro) y el también relativo fracaso posterior de 360, da la impresión de que no llegaría a conclusiones ni con acceso a cada mail que entrara y saliese de la bandeja de correo de Yoshihiro Maruyama.

Es posible que la clave del fracaso esté en algo que se apunta de pasada en las primeras páginas, como dándose por sentado camino del despliegue técnico donde la máquina saca molla frente a sus competidoras de la época. Barnhold presenta la consola como lo que probablemente aspiraba a ser, una PlayStation más gorda en un mercado que ya tenía otra, deseosa de  destacar subiendo la apuesta del líder del mercado sin salirse demasiado del guión. Dejando de lado otros posibles intereses en la agenda de Microsoft, Xbox patinó al intentar ser mejor Sony que Sony, y si es verdad que lo de Japón escoció más que en otros sitios, quizás pudo ser porque allí les notaron antes las costuras. Aunque The unknown Xbox es un libro esquemático, cobardica y con un leve tufillo racista, se lee con curiosidad en este momento de cambio generacional donde a un mes y pico del lanzamiento de las nuevas consolas ya se buscan ganadores y perdedores en la batalla por dar más de lo mismo. Con curiosidad y con cierta sensación de que dentro de diez años te podrías encontrar leyendo una secuela sobre las consolas actuales con el mismo texto, cambios de fechas y nombres propios aparte. Con curiosidad y cierta sensación de que alguien en esta industria no acaba de entender la moraleja de la historia.

http://www.youtube.com/watch?v=brsI6z13Su8

Un comentario en “«The unknown Xbox: How Microsoft´s game console fell against the rising sun» – Mi primer fracaso chispas”

  1. El fracaso fue sacar una consola queriendo ser Playstation, siendo Playstation la única opción posible en ese momento, ya que había creado un estándar, como ya hizo Nintendo con su Game Boy.

    Además la consola no tiene un diseño atractivo aunque la quisiesen hacer con un motivo «agresivo», y el mando con ese logo gigante en el centro… en fin, quien tenía una Xbox era la comidilla del barrio, al menos en el mio.

    Normalmente quien se enfrenta solo al emperador suele salir con la cabeza lejos de su cuello, y esa vez no fue distinto.

Comentarios cerrados.