![]()
Coincidiremos en que ha sido un gran año para los que amamos los videojuegos. Se han lanzado titulazos que esperábamos y otros que no esperábamos. Muchos han dado lo prometido y otros, más todavía. Y como algunos estamos aquí principalmente porque nos gusta hablar de lo que nos gusta, hemos montado este berenjenal para volver a hablar de nuevo de Port*EJEM* para soltar unas cuantas beldades y algunas maldades sobre aquellos juegos que lo han petado en 2011.
Cada viernes de diciembre y hasta que termine el año, nuestros aguerridos redactores mondopixeleros postearán por parejas sus Top 5 personales e intransferibles, así hasta llegar al viernes 30 de diciembre… Día en que tendrá lugar la espectacular y explosiva TRACA FINAL en la que se decidirá el destino de todos los juegos conocidos (de 2011).
El Top 5 personal del año 2011 de NOEL BURGUNDY
Je confesse: entre aplicaciones para el móvil de pájaros cabreados y ninjas frutales, Blu-rays de importación con muchachas siendo asesinadas de forma imaginativa (bella, a veces), ese complemento indispensable para la vida moderna que son los packs de series televisivas y (claro) el estúpido trabajo, apenas he tenido tiempo este año para hacer eso que conocemos como encender la consola para jugar a un juego. Por eso, es posible que mis cinco joyas sean previsibles, evidentes, aburridas, de Perogrullo. Mi pasión por ellas, sin embargo, es verdadera; y en esta casa siempre hemos sido muy pasionales. Muy de rompernos la camisa. Ahora, si ustedes me permiten…
WWE All Stars (PlayStation 3, Xbox 360, Wii. THQ).
Contundente como un bofetón de El Enterrador y casi con el mismo carisma que The Rock, este juego de lucha es, de hecho, la destilación del género, su ideal platónico: una gigantesca, imparable y arrogante máquina norteamericana que sacrifica las leyes de la física (¡ja!) y el «no-intentes-esto-en-casa» (¡bah!) para ofrecer un greatest hits en el que todo, absolutamente todo parece haberse elevado hasta el once. Su diseño gráfico podrá ser (aunque no lo parezca) increíblemente sofisticado, pero este es un juego que se debería comercializar junto a una pizza familiar y un barril de cerveza.
Batman: Arkham City (PlayStation 3, Xbox 360, PC. Rocksteady Studios).
Adivina, adivinanza: ¿qué superventas ha superado no sólo las expectativas, sino también los resultados de su primera entrega (que, pese a tener sus fans talibanes, realmente era una impostura sentada en su ostentoso trono de meh), ha contado con un argumento escrito por el guionista Paul Dini, se ha merecido nada menos que una Semana Especial Mondo Píxel y contiene un quick time event en el que Batman le pega un puñetazo en la cara (e.n.l.a.c.a.r.a.) a un tiburón? Complejo, ambicioso y virtualmente inabarcable, Arkham City, y no Thor, es el blockbuster de superhéroes del año.
Bulletstorm (PlayStation 3, Xbox 360, PC. People Can Fly y Epic Games).
A veces, la forma es el fondo. Cuando los desarrolladores de este first person shooter —el equivalente a echar Red Bull en la leche que desayuna un niño con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH, según el DSM-III)— decidieron recompensar al jugador por disparar a los huevos de sus enemigos, estaban mandando un mensaje a Fox News, la comunidad de maestros y psicólogos, los críticos pisaverde y demás miembros ilustres de la masa enfurecida: que os jodan. Y, por favor, mantened vuestras zarpas bien lejos del juego más salvajemente entretenido del año. Lo mejor que ha hecho Cliff Bleszinski en 2011 (guiño-guiño, codazo-codazo).
Superbrothers: Sword & Sworcery EP (iPhone, iPad. Capybara Games).
El tipo de juego que te impulsa a lavarte las manos antes de tocarlo, Superbrothers serviría para zanjar cualquier discusión con Roger Ebert sobre si los videojuegos son o no arte. En un año que ha sido testigo de las primeras dudas de la industria sobre su futuro frente a la inmediatez de las apps, esta maravilla indie de 8 bits demuestra que tienen mucho que temer: una miniatura metalingüística (y prácticamente perfecta) que combina inteligencia narrativa con un avasallador ataque sensorial y, bueno, tiene que ser experimentada para poder ser creída.
Portal 2 (PlayStation 3, Xbox 360, PC, Mac. Valve).
Si la vida te da portales, patatas, al gato de Schrödinger, inteligencias artificiales pasivo-agresivas, geles y suficiente profundidad temática como para escribir cinco tesis doctorales, no hagas limonada. Haz Portal 2 (e inventa un combustible de limón que queme la maldita casa). Qué demonios podemos decir que no hayamos dicho ya: un paseo por el caserón gótico en que se ha convertido nuestro sueño tecnológico que, posiblemente, sea el producto cultural más relevante del año. Cuando los poetas hablan, los prosistas callan. Y el final de Portal 2 mantendrá al resto de juegos multiplataformas con la boca bien cerrada durante años.
El Top 5 personal del año 2011 de ADONÍAS
Aliens Infestation (Nintendo DS. Sega).
Tenían que ser los muchachos de la desarrolladora californiana WayForward Technologies -los creadores del grandioso Contra 4– quienes trajeran, una vez más, la gloria a las pantallas de nuestras trilladas pero no agotadas Nintendo DS. Da igual que no seas admirador de la serie fílmica Alien (bueno, no da igual: si no lo eres, deberías hacértelo mirar) porque Aliens Infestation es un shooter de morrocotuda ambientación, ritmo soberbio y más que perfecta curva de dificultad, lleno de acción, exploración Metroid-style, sonidazos extraídos directamente de las pelis y sustos mayúsculos: Jonesy, te respeto porque eres un gato, pero eres un joputa y siempre serás un joputa.
No More Heroes: Heroes’ Paradise (PlayStation 3. Feelplus)
¿Puede ser malo un juego en el controlas a un fulano que intenta convertirse en el mejor asesino de Santa Destroy (la ciudad donde vive) liquidando a todo aquel que se cruza en su camino con una «beam katana» (un sable láser, vamos) ganada en ebay mientras intenta zumbarse a una maciza llamada Sylvia Christel que se pasea por ahí en paños menores? No solo la respuesta a esta pregunta es un rotundo no, sino que además el guión y juego llamado No More Heroes creado por Suda 51 en 2007 para Wii es solo el punto de partida desde el cual la compañía Feelplus crea un remake en el que las cosas solo puede ir a más. Mejores gráficos que el original, sin la censura que casi se carga la versión europea de éste (por fin la sangre es sangre y no pixelazos grisáceos), poder enfrentarse a varios bosses del No More Heroes 2: Desperate Struggle de Wii, y… Una sola pega que ponerle, una muy personal. Yo pensaba que al tratarse de un desarrollo para PS3 aquellos que no tenemos (ni queremos tener) PlayStation Move nos libraríamos por fin del tostón del control de movimiento que nos tuvimos que tragar en Wii. Y no, aún debemos cargar la batería del sable láser que portamos en el juego agitando espasmódicamente nuestro DualShock 3. Sigh.
http://www.youtube.com/watch?v=MGgqJqHJEKA
Radiant Silvergun (Sega Saturn, Arcade, XBLA. Treasure)
Yo antes valoraba muchísimo el soporte físico en el cual vienen encapsulados los juegos. Ahora me da todo igual: he comprendido que los juegos son juegos, están hechos para ser jugados y da igual si vienen en una caja bonica o si me los descargo cómodamente en la máquina de juegos de mi elección, sea esta PC, Mac o consola. Curiosamente la mayoría de mis juegos preferidos de este año (y del anterior, y del anterior) carecen de comercialización física. Más concretamente, en este 2011 se ha puesto a la venta la edición digital de mi juego favorito de todos los tiempos: Radiant Silvergun. Aunque disponible ha estado siempre, eh. Cualquiera puede disfrutar de este titulazo si apoquina los alrededor de 200 porrazos que cuesta el pack Sega Saturn + juego (recordemos que, originalmente –en 1998- se tiró un número limitado de copias de Radiant Silvergun, y solo para el mercado japonés). Y para esto deberían servir las descargas digitales: para que todo el mundo, sin excepción, pueda disfrutar juegos ignotos o nunca lanzados por estos lares, como el caso que nos ocupa: que cualquiera (que tenga una Xbox 360) pueda disfrutar del macanudísimo remake del mejor matamarcianos vertical –mi género favorito, sí- jamás programado por la mejor desarrolladora que jamás ha existido, Treasure.
http://www.youtube.com/watch?v=sIUU4ADIGUU
Hard Corps: Uprising (XBLA, PSN. Arc System Works)
Prácticamente todos los juegos clásicos de entre 8 y 16 bits soñaban con ser como Hard Corps: Uprising cuando fueran mayores. Desde siempre, los programadores han utilizado cualquier medio que estuviera a su alcance (bitmaps, vectores, captura de movimiento) con tal de conseguir que los videojuegos parecieran dibujos animados. Ahora que la potencia de las consolas actuales pone a los creadores las cosas más fáciles a la hora de parir productos de apariencia tan exitosamente anime como este Hard Corps: Uprising, muchos integristas del píxel han rasgado sus vestiduras. Yo no les hablaré de estética sino de gameplay: ármense con un buen arcade stick y disfruten de la mecánica de juego clásica y los dibujos cabreados de Hard Corps: Uprising. Arc System Works -la mano desarrolladora que en esta ocasión mece la cuna de Konami– ha confeccionado un título a la altura de lo que visualmente espera la nueva generación de jugadores, uno que manda la sensación de estar jugando un spin-off de Guilty Gear (también desarrollado por Arc System Works) en el cual los personajes manejan súper-armas en lugar de darse de hostias. Se entiende que pueda surgir la duda porque ya se sabe que donde hay píxeles hay alegría. Pero desde Konami ya aclararon en su momento todo cuanto debía aclararse: aunque Hard Corps: Uprising se vista de seda, Contra se queda. Esto es así en el juego en todos los sentidos, con lo que dicho lo cual, ya está todo dicho.
Portal 2 (PlayStation 3, Xbox 360, PC, Mac. Valve Corporation)
Muchos dicen que con Portal descubrieron que los videojuegos también podían implicar al jugador en sus problemas mentales y sus pajas morales. La mayoría afirma que en Portal descubrieron una mecánica de juego absolutamente novedosa, en virtud de la cual aunque había un premio al final del camino, el simple placer de avanzar ya era en sí mismo una recompensa. Personalmente no sentí Portal como algo novedoso. Más bien lo contrario: percibí la maravillosa sensación de que un cabrito de juego actual había tendido un puente de veintitantos años de longitud entre el ahora y el ayer de unas mecánicas por mí muy queridas y que tanto en tiempos, como en Portal, mezclaban sabor arcade, acción minimalista, plataformeo del bueno y la dosis necesaria de estrategia. Mecánicas que no se habían extinguido, pero que hoy día estaban enterradas bajo toneladas y toneladas de realismo gráfico en alta resolución e interminables putas cinemáticas de mierda. Porque cuando empecé a moverme por Portal me sentí como si estuviera ante una sofisticada versión de The Sentinel en la que debíamos, una vez más, idear una estrategia -en base a las reglas que el juego marcaba- para poder avanzar. Jugando a Portal me sentí como si me reencontrara con el espíritu lúdico revivido de Bubble Ghost, Boulder Dash, Deflektor y tantos otros. Jugando a Portal sentí que mi alma de jugador había rejuvenecido veintitantos años.
Portal 2 amplía un hipermegalón el universo, las mecánicas, los problemas mentales y las pajas morales, los mindfuck y las sensaciones que provoca Portal. Imaginen cuánto he disfrutado jugando a Portal 2.
http://www.youtube.com/watch?v=Sce1Yi0G7sg
WTF! ¡¡¡¡Aliens Infestation!!!! ¿cómo? ¿cuando? ¿por qué no lo tengo?
madeinpda, ¡no tengo ni idea! ¡Pero no pierda el tiempo y hágase con él a la voz de YA! ¡¡¡JUEGAZO!!!