Crítica – Game & Wario

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Game and Wario
Intelligent Systems
WiiU, 2013

En un principio Game and Wario iba a ser un juego preinstalado en cada Wii U que demostrase a los compradores (pero sobre todo a sus amigos, esos bastardos roñosos) que pese al presumible llanto de las plañideras habituales, no se habían equivocado eligiendo Nintendo.

Aunque seguramente la idea de regalarlo se abandonó en un momento temprano del desarrollo, Game and Wario sigue siendo un despliegue de los por qués de la máquina, un juego donde cada partida es un argumento a favor de una consola desconcertante, con un potencial del que casi todo el mundillo parece ahora dudar. Y aunque luego algunos de esos argumentos son más contundentes que otros, al menos tienen el mérito de intentar convencer a partir de experimentos con las mecánicas. Que no es poco en los tiempos que corren.

A diferencia de anteriores entregas, que siempre consistieron en avalanchas interminables de microjuegos que se debían jugar a ritmo frenético, Game and Wario consta de solo dieciséis pruebas que se pueden jugar además de forma razonablemente pausada. Algunos como Arrow, Islands y sobre todo Gamer son verdaderamente ingeniosos, otros como Design se hacen pesados desde el mismo tutorial y aún queda espacio para lo musical y el stendhalazo gráfico (Pyoro, desde hoy el juego más bonito de la ya-casi-actual generación). Cada uno de su padre y de su madre, pensados para funcionar con públicos diversos, en solitario pero sobre todo alternándolos en grupo. A poder ser con un copazo en la mano y otros tres dentro del cuerpo.

Y sin embargo, siendo una experiencia francamente divertida, Game and Wario parece menos una antología de juegos que una colección de ideas lanzadas al aire. Una lista de sugerencias para futuros desarrolladores tanto como un aviso a navegantes para usuarios: Nintendo no quiere que Wii U se entienda como una consola más con un gimmick estrafalario. A medida que desfilan los minijuegos parece susurarnos al oído que el mando es tableta, pero sobre todo mando: no tengas miedo a cogerlo del revés, menearlo, integrarlo con la tele; la pantalla táctil puede ser verdaderamente precisa, aprovéchala; dos pantallas pueden dar de sí más allá del inventario. En definitiva, desarrollador, juega al programar. Tú, jugador, experimenta jugando.

Game and Wario no es el bombardeo habitual de ideas desquiciadas que se amontonan unas encima de otras, sino un intento muy consciente de lucir las mañas de la consola. Es divertido porque divertir debería ser el resultado natural cuando uno explica las posibilidades de juego de una consola, pero sobre todo es una proposición, un empujoncito. Trata de hacer natural un interfaz que a todo el mundo ha pillado con el pie cambiado y que si nada lo remedia puede acabar convertido en el nuevo wiimote, aquel mando con el que a veces ni la propia Nintendo parecía saber arreglarse. Y lo consigue.

Game and Wario deja ganas de seguir jugando a juegos de WiiU, y si algo se le puede reprochar es que, acercándose poco a poco al año de vida de la consola, se está haciendo tarde para aperitivos como este.

Algunos empezamos ya a tener hambre.